Distancia: 7,08 km
Desnivel: 75 m
Dificultad: Moderada
Circular: Sí
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Salimos de la plaza del Ayuntamiento por el carrer Nou en dirección a poniente hasta que la calle gira a la derecha, y cruzamos la calle Francesc Macià. Seguimos en dirección a la zona deportiva por la calle del Raval dels Horts y giramos hacia la derecha donde hay una corta subida. Pasamos por encima del puente de la carretera y dejamos una pista a la derecha. Vamos a la fuente del Rossinyol y la del Llorer por la pista que baja a mano izquierda. Ahora hay que volver por el mismo tramo de camino. Pasamos cerca de la zona deportiva y, al encontrar la carretera asfaltada, giramos a la derecha, reculamos unos pocos metros -podemos ver unas buenas vistas del pueblo- y seguimos haciendo un giro a la izquierda por la pista de tierra.
Después de una única curva a la derecha, hay que dejar la pista que sale hacia la izquierda y continuar todo derecho hasta encontrar el vecindario de Diana. Después de visitarlo y admirar su ermita de Sant Feliu, continuamos por la carretera asfaltada en dirección al vecindario de Sant Mateu. Podemos hacer todo el tramo de carretera, pero también a mano derecha podemos seguir una pista forestal que hace una ligera bajada al principio. Seguimos todo derecho por una vereda, sin girar a la derecha ni bajar al campo de cultivo, donde podremos husmear el olor del romero. Cargamos nuestro oxígeno con estos aromas de Gironès tan sanos y seguimos. Encontramos un cruce de caminos y seguimos todo recto iniciando un poco de subida.
Dejamos el camino que va en la dirección que llevábamos y giramos a la izquierda hasta llegar a la carretera asfaltada. Seguimos por la carretera pasando por delante de una masía, al lado de la pared del cual encontramos dos árboles abrazados por el tronco, y a la derecha tenemos unas viñas, que producen uno de los vinos del Gironès. Recomendamos probarlo.
Si nos desviamos hacia la izquierda, a pocos metros de la carretera, llegamos a la ermita de Sant Tomás. Volviendo de la ermita y cruzando la carretera, seguimos la ruta por la pista que baja justo delante de nosotros. A mano derecha dejaremos un singular edificio, unas bodegas de vino. Al cruce de caminos seguimos todo derecho por una subida cerca de unas granjas. Giramos a la izquierda, pasamos por sobre la carretera por el puente y nos dirigimos hacia el pueblo de Sant Jordi Desvalls por la calle de Viladasens. Si giramos a la izquierda por la calle de Colomers y después hacia la derecha por el carrer Baix y la calle de l’Església, llegamos al punto de salida haciendo una vuelta por las calles con más historia del pueblo.